“El Nacimiento tiene el momento correcto, no el indicado”

Estamos inmersos en una cultura apurada, una cultura de la rapidez, de la imagen permanente, todo lo queremos rápido. El tiempo se cuenta en oro. La tecnología esta hecha para “ganar” tiempo y nos “ayuda” a cocinar rápido, a comunicarnos inmediatamente, a viajar al otro lado del mundo en pocas horas.

Y así nacemos, y así morimos y así pasamos por este mundo, corriendo una carrera con nosotros mismos. Vivimos en un mundo donde los nacimientos han pasado a formar parte del sistema de producción y donde el reloj, y el dinero asociado, marcan los tiempos de estas cadenas productivas. Construimos una sociedad que poquito a poco ha ido perdiendo el sentido de los rituales (que llevan tiempo), la conexión con el momento presente, la confianza en el cuerpo sano y sus procesos fisiológicos, que claramente no condicen con los tiempos del reloj.

Y así nacemos, con una perdida completa del sentido de sacralidad de ese momento, donde el cuerpo de la mujer pariendo y del bebe naciendo son  mas bien un objeto a ser intervenido. En lugares fríos, con luces incandescentes, rodeadas de desconocidos, muchas veces llenas de miedo, mal informadas y maltratadas.

Este año, el lema de la semana de parto respetado nos invita a pensar el modo en el que nos relacionamos con nuestro tiempo, el modo en el que construimos subjetivamente la noción del tiempo. Y también a reflexionar sobre la inocencia con la que muchas veces acatamos indicaciones sin cuestionar, sin deconstruir, sin sentir cual es de verdad el tiempo que mi cuerpo marca.

 “El nacimiento tiene el momento correcto, No el indicado”. Y quien lo indica? Quien nos dice cuando tenemos que parir? Quien le dice al bebe cuando tiene que nacer? Yo me animo a responder, que nuestro sistema, nuestro patriarcado. Encarnado en la figura del medico, del obstetra, del laboratorio, de la enfermera, de todo el sistema de salud hegemónico, que responde a normas inventadas por hombres y mujeres con intereses que lejos están de respetar tiempos fisiológicos. Y encarnado también en cada una de las personas que acatan, que aceptan sumisamente, que colaboran sin querer queriendo con esta construcción colectiva que circula y luego se hace verdad, se hace ley.

En nuestro país el acceso al parto respetado, al tiempo fisiológico respetado, es un derecho plasmado en la ley 25929. Seguiremos trabajando para que este derecho se garantice, y que la practica del mismo sea la norma dentro del sistema de salud, y por lo tanto la ley sea difundida, contemplada y aplicada en los Hospitales Públicos y Privados del país.

Flavia E. Roso                        

Licenciada en Psicología. Terapeuta Gestáltica. Doula. Psicóloga Perinatal